Comida Saludable
Les tengo que confesar que cuando era chiquita, odiaba con todas mis fuerzas las espinacas, me acuerdo perfectamente de las largas sentadas almorzar con una jarra enorme de agua para tomarme un vaso entero después de meterme una cucharada de espinacas a la boca sin respirar. Lo bonito de ésta historia es que mi mamá nunca se rindió con mi odio a las espinacas y a un par de verduras más, y siempre estaba inventándose algo nuevo para ver si por fin o me las comía sin descubrirlas o sabiendo que estaban ahí, me las disfrutaba. Los niños normalmente aman el queso en todas sus combinaciones y yo era de ese grupo, todo lo quería con queso y con salsa bechamel. Un día me senté en el comedor y vi queso gratinado, salsa bechamel y algo verde debajo, se que lo pensé mucho, pero por fin al menos tenia curiosidad, lo probé y lo amé. Creo que mi mamá nunca había estado tan feliz, y lo mejor es que después de ese gran paso, me senté otro día en el comedor y me encontré con mi odiada torta de espinacas, me la comí y no me tome un solo vaso con agua. Creo que solo tenia un bloqueo de niña a las verduras.
Hoy en día las amo especialmente a las espinacas, me las tomo hasta en jugos, y nunca faltan en mi carrito de mercado, las uso de muchas maneras, son muy nutritivas y de verdad enamoran, cada vez que las usas más y más.
En el mercado siempre van a encontrar espinaca baby y espinaca normal, la baby tiene sus ventajas, no tienen que ocupar un gran lugar de su nevera para guardarlas por sus grandes hojas y largos tallos, y no tienen que gastar tiempo extra cortándolas más pequeñas y quitándoles los tallos. Pero si encuentran solo de las grandes tienen un lado positivo también, pueden guardar los tallos para hacer sopas o los pueden hacer sofritos en aceite de oliva, ajo, pimienta y limón, los sirven como una ensalada caliente y son deliciosos.
Ya saben, si no son muy amantes de las espinacas solo tienen que encontrar esa receta que les de la oportunidad de disfrutarlas. En ésta vida hasta la comida necesita varias oportunidades. Intenten hacer ésta frittata, está llena de queso!
ani mar
Ingredientes
1 paquete de Espinaca Baby
2 huevos
2 cucharadas de Leche
½ taza de Queso mozzarella en cuadritos
2 cucharadas Queso parmesano rayado
2 Tomates chontos
½ Cebolla cabezona
Una cucharada de la parte verde de una cebolla larga
1 diente de Ajo
Una pizca de Comino
½ cucharadita de Oregano
Sal y pimienta
Preparación
- En una olla mediana a fuego bajo, pones un chorrito de agua y las espinacas cortadas con las manos. Tapas la olla y esperas a que las espinacas pierdan liquido.
- Cuando ya han perdido su tamaño como lo muestra la foto, las pones en un colador y las presionas bien para terminarles de sacar el agua.
- Cortas en cuadritos pequenos las cebolla cabezona, los tomates y el ajo. La parte verde de la cebolla larga la cortas en rodajas finitas. En un sartén con una cucharada de aceite de oliva pones a sofreir los tomates, las cebollas, el ajo, el comino, la sal y la pimienta.
- Bates los huevos y los incorporas en un bowl con las espinacas, y la mezcla de tomate y cebolla. Revuelves bien y en un sartén a fuego bajo con 2 cucharas de aceite de oliva, pones todos los ingredientes, encima de la preparación vas a poner el queso mozzarella en cuadros grandes y el parmesano, tapas el sartén y esperas aproximadamente 15 minutos hasta que la preparación esté cocida, firme y tenga el queso derretido. En ese momento, cuando no veas liquido al rededor, con una espatula vas a despegar los bordes y vas a poner un plato o una tabla sobre el sartén y con mucho cuidado lo vas a voltear, y nuevamente lo pones en el sartén.
- Esperas de 10 a 15 minutos para que el queso se dore, lo puedes ir mirando cuando despegues los bordes y levantes un poco para revisar como va. Cuando la levantes y se despegue muy fácil quiere decir que el queso está completamente dorado y la frittata lista para llevar a la mesa, nuevamente repites el procedimiento para voltearla con un plato o una tabla para que la parte visible sea la del queso doradito. La puedes partir en triángulos y poner uno sobre otro, o puedes servirla entera sobre un plato bonito para que cada uno se sirva lo que quiera.
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